lunes, 4 de abril de 2011

Reflexiones debajo de nuestras sábanas

Algunas tardes no deberían acabar nunca. Deberían ser algo así como...interminables, dónde el sol no terminase de bajar del todo y esa luz espectacular de las 8 y algo de la tarde lo bañase todo para siempre. 
Tardes en las que las horas no pasasen en nuestra cama y en dónde las risas, y sonrisas, resonasen en el aire continuamente.
Me quedo con las tardes en las que el universo se para para mirarnos, para deleitarse con nuestros suspiros o el movimiento de nuestros dedos sobre el cuerpo del otro. El mundo entero se dobla, se concentra y se esconde en nuestra habitación, en ese espacio inundado por nosotros.

Nuestro.
No de otros.

1 comentario:

  1. Me encanta la luz a esa hora!! :) y si huele a verano, a yerba, a luz, más:)
    No he podido ver el video, parece que necesito instalar una actualización, a ver si me deja verlo desde el portátil!
    Buen comienzo de semana:) biquiñossss

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