domingo, 13 de febrero de 2011

Domingos perfectos

Tenía tanto sueño al levantarme que me hice un café bien cargado. Tanto, tanto que ahora no me lo puedo beber. Y claro, sigo con el mismo sueño con el que me levanté. 

Los domingos no deberían funcionar los despertadores. Deberían funcionar sólo las cafeteras que hacen capuchino (a partir de las 5 de la tarde), los videoclubs, las tiendas de chucherías y las fábricas de hacer mantas de sofá por si a alguien se le pierde la suya, (nunca hubo un domingo perfecto sin sofá, manta y peli, eso lo sabemos todos). 

Pero un domingo perfecto, nunca, nunca, puede empezar a las 8.30 de la mañana. Eso es como el sol de medianoche, pasa pero es raro, raro, al menos, por estas latitudes.


2 comentarios:

  1. Me encanta la imagen de Mafalda!! Va de maravilla con el texto:))) feliz domingo:))) un besoteeee:)))

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  2. A quien madruga, Dios le ayuda:)

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