Te he guardado un atardecer espectacular en un pequeño tarro de cristal. Te lo dejo en la mesita, justo al lado de las gominolas con forma de corazón (y sabor a melocotón). Pero no tardes demasiado porque los corazones se pondrán duros y el atardecer se apagará. Nada es para siempre, por mucho que uno quiera.
Si algo no se alimenta, termina por morir..
ResponderEliminarQue bonito :)
Hace pensar, esa entrada. Precioso :)
ResponderEliminarUn beso.
Será que tengo sed pero el atardecer me hizo pensar en un tarro de cerveza :( y no me digan borracho.
ResponderEliminar