jueves, 19 de mayo de 2011

Sonidos para mí

Escucho el sonido de tus pies acercándose a mí cuando todo está en silencio. El suelo cruje a medida que te alejas de él para abrazarte a mí, es como si sollozara por tu abandono. Lo entiendo, a mi cuerpo le pasa igual: cruje cuando te separas de él. Entre sueños y abrazos que nadie ve, te levantas dejando frío mi costado. Entonces me convierto en hielo y entro en estado de latencia hasta que tus manos me devuelven a la vida. Me regalas suaves caricias, más dormido que despierto, con tú dedo corazón balanceándose en el contorno de mi cadera.

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