Y es que sí, todos hemos sentido ese hormigueo en el estómago que sirve de anticipo a la explosión emocional que se siente cuando te reencuentras con alguien anhelado. Ahora era el turno de ella. Llevaba semanas tachando días en su particular cuenta atrás: no habría otro momento más importante en todo el verano. Quizás, en todo el año.
Esas mariposas al borde del precipicio en el estómago... ains... :-)
ResponderEliminary el brillo de los ojos cuando la ves a lo lejos llegar....
ResponderEliminarhace poco que fui yo quien lo sintió.
ResponderEliminarQue sensación...te hace sentir muy viva. Feliz verano!!!
ResponderEliminarY cuando vez a esa persona y cuando sentis eso.
ResponderEliminarTODO CAMBIA, todo es distinto. Porque seguramente aquella persona hace que todo sea genial.
emoción, emoción, emoción!!
ResponderEliminaresas cosas son las que le ponen el salero a la vida, está claro! :)
Gran ausencia la mía por estas tierras, imperdonable para mí haberme perdido el cambio de imagen en su día ;)
la imagen es genial, me quedaria horas mirandola.
ResponderEliminary esa sensacion, me quedaria una vida entera sintiendola, aunque no sea uno el que elije el momento y la duracion.
un saludo desde la lejania.