jueves, 23 de mayo de 2013


“En esta desgraciada hora de insomnio y de vergüenza estas presente, te necesito, te amo hasta quien sabe donde, más, mucho más allá del amor hasta la muerte; de tal modo que en vez de decir “te quiero” necesito decir: te muero, me muero en ti, me muero.”

Jaime Sabines.


domingo, 21 de abril de 2013

Ríos metafísicos.

“Hay ríos metafísicos, ella los nada como esa golondrina está nadando en el aire, girando alucinada en torno al campanario, dejándose caer para levantarse mejor con el impuso. Yo describo y defino y deseo esos ríos, ella los nada. Yo los busco, los encuentro, los miro desde el puente, ella los nada. Y no lo sabe, igualita a la golondrina. No necesita saber como yo, puede vivir en el desorden sin que ninguna conciencia de orden la retenga. Ese desorden que es un orden misterioso, esa bohemia del cuerpo y el alma que le abre de par en par las verdaderas puertas. Su vida no es desorden más que para mí, enterrado en perjuicios que desprecio y respeto al mismo tiempo. Yo, condenado a ser absuelto irremediablemente por la Maga que me juzga sin saberlo. Ah, déjame entrar, déjame ver algún día como ven tus ojos.” 

Rayuela, Julio Cortázar.

martes, 4 de diciembre de 2012

Pelícanos


No te me vengas abajo jamás, los hedonistas como tú, los soldados de la abundancia no pueden permitirse salvo pequeñas zambullidas en la melancolía para regresar con otro pez en la membrana y una magnolia trémula en el pico de esas expediciones tenebrosas.

Y luego vuela alto, alto y firme hacia el sur.

viernes, 19 de octubre de 2012

El corazón que ríe.

Tu vida es tu vida, no dejes que sea golpeada contra la húmeda sumisión. Mantente alerta, hay salidas, hay una luz en algún lugar, puede que no sea mucha luz pero vence a la oscuridad.

Mantente alerta, los dioses te ofrecerán oportunidades. Conócelas, tómalas. No puedes vencer a la muerte pero puedes vencer a la muerte en la vida, a veces y mientras más a menudo aprendas a hacerlo más luz habrá tu vida es tu vida. Conócela mientras la tengas.

Tú eres maravilloso, los dioses esperan para deleitarse en ti.


Charles Bukowski.





jueves, 11 de octubre de 2012

Jugo de pulmón.


Aquélla, nuestra historia, fue una historia de amor y desamor, de placeres envueltos en pequeñas torturas y de sueños convertidos en pesadillas eternas.

Tú, confiado y experimentado, te sabías más fuerte que yo al ver la laxitud de mis brazos. Y yo, descarada y tramposa, encontré la forma de crecer a base a de ti: aprendí a nutrirme de la esencia de tus besos y me sacié con el jugo de tu cuerpo.

De tus ojos saqué las instantáneas de los paisajes más bellos que jamás visité y en tu olfato encontré la brisa azul del océano más profundo que nunca existió.  Con el tacto de tus manos acaricié las costuras de mi alma y, en el sabor de tus amaneceres, me deleité con la pasión convertida en fruta.
Pero fue el aliento exhalado por tus pulmones, de entre todos ellos, mi favorito de tus secretos. Un jugo exprimido a base de suspiros y susurros ahogados en la noche, de te quieros nunca debidamente pronunciados y de orgasmos públicos al contacto de nuestras manos. De risas entrecortadas. De miradas robadas. De una vida inacabada.

Pero fallamos al creernos perfectos e invencibles: tú, con tu inventada fortaleza y yo, con mi trucada resistencia. Nos hicimos promesas efímeras por plazos de una vida y, ni aún así, fuimos capaces de resistir. Todo crujió. Todo cedió. Te agoté y me venciste. Al final ambos lo conseguimos. Tú te quedaste con tu orgullo insano de ser más fuerte que yo. Y yo me quedé hinchada de ti, de tus experiencias y de tus anhelos; pero fui incapaz de convertir nuestra historia en algo que pudiera recomponerte del mismo modo que tú me reconstituiste a mí.

Y morimos solos, sin poder tocarnos. Tu laxo esqueleto se me escapaba por los recovecos de mis brazos y mi cuerpo era demasiado grande para que pudieras abrazarme. Nos quedamos ahí, escuchándonos agonizar. No sé quién se rompió primero, si fuiste tú o igual fui yo, sólo recuerdo despertarme bañada en un salitre muerto. Tú no estabas y hacía frío. Me sentí diluir como si fuera líquida. Sentí el miedo en el hueco de la que fue mi nuca.

Entonces huí. 

jueves, 6 de septiembre de 2012

Sistemas de apoyo.

El cuerpo humano se compone de órganos que lo mantienen vivo. Uno nos ayuda a respirar. Otro nos mantiene en pie. Otro nos da hambre. Y otro nos hace felices. Están conectados, si eliminas uno, todo lo demás se desmorona. Y sólo cuando parece que nuestro sistema de apoyo va a fallarnos, nos damos cuenta de cuánto dependíamos de ellos. 

miércoles, 22 de agosto de 2012

Adrede.

Te inventaría si no existieras, como se inventa un mago lo que sale de su chistera.Te inventaría si no existieras,como se inventa un narrador su aventurera.


domingo, 19 de agosto de 2012

Mirar al frente.

Sin desviar la mirada.
Los ojos quedarán petrificados en algún punto vacío de existencia.
Transparentes.
Duros.
Afilados.
No tendrán luz. Sólo la aureola blanca de la muerte.
Fríos…
Si no se debían para verte.



Erre de Raquel.